Imagen: Sadness and Classic Art |
Mientras Paris, sosteniendo un cayado en su mano izquierda y
sentado sobre una roca, le entrega la manzana dorada a Afrodita, un par de
pequeños Amores (Erotes) juguetea entre las nubes. Ellos custodian el carro de
Afrodita, en el cual ha acudido al Juicio de Paris: uno está de espaldas,
montado sobre el carro; el otro, de frente, tira y afloja los cordeles que
sostienen a las palomas que han de tirar el carro. El detalle de esta pintura
dieciochesca muestra un espacio celeste de ensoñación, de distracción, de
olvido y de juego. Dos Erotes adultos tiran el carro de Afrodita en la tapa de
una pyxis de figuras rojas c. 430 aC
en Copenhague 731 (BAD 7928).
La evocación de un espacio celestial en la pintura de Étienne
Jeaurat no solamente equilibra los oscuros árboles al costado derecho del
cuadro, sino que le da un sentido más agudo y liviano, más delicado y apacible,
a la atmósfera de melancolía impresa en toda la pintura. La elección de este
fragmento para la bitácora electrónica «Sadness and Classic Art» expresa la visión
de un anhelo por la apacible situación de los Amores jugueteando en las nubes.
El Juicio de Paris, pues, tiene espacio no solo para el enfrentamiento entre
las potencias divinas, sino también para la distracción más tranquila que pueda
imaginarse.